Hanói está ubicada en el norte de Vietnam, y tan solo decir que cuenta con 5.000 años de historia, ya es un motivo suficiente para visitarla. Con una población de más de 3.000.000 de habitantes, es un ejemplo de reconstrucción y supervivencia, ya que fue una de las ciudades ampliamente dañadas durante la guerra de Vietnam, entre los años 1965 y 1975.
Sus calles son un espectáculo en sí mismas. Conjugan pasado y proyección hacia al futuro entre numerosas bicicletas, motos, coches, gente y ciclotaxis.
Con sus más de 3.000 islas e islotes que surgen de las aguas del Golfo de Tonkín, y siempre a los pies del rio rojo, es una ciudad caracterizada por la hospitalidad de sus habitantes. En la plaza de Ba Dinh, se encuentra el mausoleo de uno de los padres de Vietnam, Ho Chi Minh. Fabricado íntegramente en mármol, es un sinónimo de la independencia. En el centro de la ciudad nos sorprenderá un lago, lugar especial para tomar algo y contemplar desde afuera el asombroso espectáculo de las calles. También en la ciudad se encuentra la Universidad Nacional de Vietnam, el Museo Nacional de historia, El museo de la revolución, y el Museo de Bellas artes.
Hanói, mantiene una temperatura agradable para ser visitada, con veranos cálidos e inviernos relativamente frescos.
Todo está al alcance de la mano en esta ciudad, por ejemplo, otro de sus grandes atractivos: la Prisión de Hoa Lo, una cárcel utilizada tanto por colonos franceses, como durante la guerra de Vietnam.