Sin lugar a dudas, Pamukkale (Castillo de algodón en el idioma turco), es una de las atracciones históricas y culturales más importantes y con mayor número de flujo de turistas año a año en Turquía. Este maravilla de la naturaleza situada al sudoeste del país que comparte la parte norte de su territorio con Europa y la parte sur con Asia, se ubica en la provincia de Denizli, más precisamente en el valle del río Menderes.
Esta magnifica obra natural de decoración surrealista va cambiando de formas y aspectos a medida que los visitantes se acercan al mismo. Lo cierto es que esta seguidilla de vertientes de aguas termales a 35° de temperatura, hicieron de Pamukkale se convirtiera en un lugar estratégico para el asentamiento de distintas poblaciones en Turquía.
Estas piscinas azules que se encuentran a más de 350 kilómetros de Estambul, capital del país turco, se forman en las grietas que subyacen del suelo calcáreo, atraen a miles de personas que desean sumergirse en las aguas por el poder curativo que las mismas poseen.
En la actualidad algunas de las fuentes naturales se secaron por acción del calor y la exposición a los rayos del sol, formando capas blancas de piedra caliza y travertino, que bajan en forma de estalactitas la ladera de la montaña.