Japón es un país montañoso que descansa sobre una zona de mucha actividad volcánica por lo que se producen numerosos manantiales de agua caliente y mineral. Estos conformar fuentes termales que reciben el nombre de onsen y son ideales para tomar un relajante y placentero baño
Existen 3.000 onsen que se encuentran repartidos en cada región del territorio japonés junto con un pueblo turístico. Son muy ricos en minerales, cuyas propiedades terapéuticas y sus altas temperaturas, contribuyen a eliminar toxinas y purificar el cuerpo. Los onsen pueden ser artificiales, en el interior de un ambiente a techo cubierto o naturales, al exterior. Estos últimos denominados rotenburo son los más recomendados ya que en ellos la cabeza se mantiene más fría y se evita la somnolencia que produce el calor propio de los onsen interiores.
Para disfrutar al máximo de estos baños termales es aconsejable colocarse una toalla fría sobre la cabeza con los ojos cerrados y relajarse en el agua completamente desnudo de manera colectiva. Por esto último, la mayoría de los onsen poseen áreas separadas para hombres y mujeres.
Existen distintas opciones para quienes deseen experimentar la agradable sensación de entrar en estas aguas termales. Algunos onsen se ubican en parques nacionales y son gratuitos en su mayoría, otros se encuentran en hoteles o resort construidos para estos fines turísticos llamados Ryokan. Los más concurridos son los que se encuentran en las zonas montañosas próximas a Tokio pero igualmente la oferta es muy variada a lo largo de todo el país.