Los japoneses siempre nos sorprenden con sus inventos y costumbres. A veces nos dejan boquiabiertos cuando vemos sus nuevos y curiosos inventos tecnológicos y botos, cuando leemos sus controversiales mangas y animes, y hasta cuando vemos por YouTube sus novedosos programas de televisión.
El día de hoy vamos a hablar sobre un curioso festival llamado Hadaka Matsuri,o el Festival de los Hombres Desnudos, una especie de Wild On Japón!. Sí, esa festividad sin duda es el atractivo turístico femenino de la localidad de Saidaiji en Japón, donde miles de hombres mojados se divierten en un carnaval de aguas tan solo vistiendo la ropa interior típica nipona llamada fundoshi, una especie de pañal para bebés pero en tamaño extra-large.
Si deseas participar de este loco evento que se lleva a cabo normalmente en el mes de enero, no necesariamente debes ser japonés, hasta este pequeño pueblo llegan anualmente turistas de todas partes del mundo para beber mucho sake y ser parte de la fiesta de los paños menores. Eso sí, los únicos requisitos para participar son pertenecer al género masculino, tener ganas de divertirse y estar dispuesto a mojarse, aún cuando sea de noche y haga frío y gritar la frase célebre del festival: Washoi! Washoi! Washoi!
Las mujeres tenemos que mantenernos al margen y optar por mirar desde afuera, como un espectador más y aprovechar en tomar las fotografías pertinentes. Ya sabíamos que la cultura japonesa era un tanto machista
El clímax de la fiesta comienza a la medianoche exactamente cuando dos pequeños palos de madera llamados shingi se lanzan desde un templo local. En ese preciso momento el tumulto enloquece en busca de uno de los palillos. Es como si estuviéramos presente en un concierto de punk con jóvenes bailando al ritmo enloquecido del pogo. Cuenta la historia que los 2 hombres que tengan la suerte de tomar uno de los palillos tendrán un año lleno de satisfacciones. Entretanto los hombres se lanzan baldes de agua unos a otros como símbolo de un ritual de purificación del cuerpo y el alma, una tradición que lleva ya varios siglos.
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