Caracterizada por su historia, la India, siempre fue un país en el que las rutas comerciales, y el poder erigido por los grandes imperios enriquecieran su cultura, nutriéndola con pizcas de culturas vecinas y relacionadas a ella. En el campo de la comida pasó exactamente lo mismo.
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El campo gastronómico indio es muy diverso y rico en variedad, esto se debe en gran parte a las colonizaciones y relaciones que se establecían con sus colonias.
Las legumbres y las verduras son los ingredientes más utilizados en los platos de la región, las primeras se utilizan sin piel para darle decoración y un acompañamiento a la comida y se fríen en aceite vegetal; las verduras son el complemento del plato fuerte o principal.
A la hora de la comida, se seguía muy detalladamente un ritual que con los años fue dejándose de lado. Las personas comían alrededor de la mesa sentados en el piso, la comida se tomaba con cuatro dedos, exceptuando el índice y el comportamiento durante la ingesta de la comida era primordial. Hoy en día el tenedor se comenzó a utilizar con mayor frecuencia pero el utensilio más frecuente es la cuchara.
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Entre los condimentos que predominan en los platos indios se destacan el ají, el azafrán, jengibre y cúrcuma. Las especias siempre se emplean en el campo culinario propio de esta zona, y curiosamente, es lo que más gusto les otorga.
Para condimentar, en el norte de la india se utilizan mucho los lácteos, y lo más comido es el chaat, una especie de galleta parecida a un snack. Y en el sur se emplea la hoja de planta de curry, y se le da mucha importancia al arroz y el plato más comido es el Pulihora (arroz hecho al limón).
