El auténtico caos, en el mejor sentido del término, que se vive en Hong Kong (ver hoteles en Hong Kong) debido al maremagnum humano y comercial que respira el antiguo protectorado británico, hace, en un primer momento, que los desplazamientos por la ciudad sean problemáticos. El primer problema será que, a no ser que dominemos el chino, los letreros que nos indican las direcciones que debemos tomar, se convierten en un auténtico galimatías.
Sin embargo los métodos para poder desplazarnos, ya sea mediante transporte público o privado, son muy accesibles y se encuentran muy desarrollados.
Ante todo un pequeño apunte de índole urbanístico. Hong Kong es un pequeño archipiélago de islas siendo los lugares más destacados la península de Kowloon desde el punto de vista comercial; la isla Lantau dónde tiene su sede el aeropuerto internacional.
Lo mejor para abarcar la mayor parte del territorio que compone la ciudad es decantarse por el transporte público. Para poder tomar cualquier tipo de transporte público deberemos agenciarnos con una tarjeta octopus que nos permitirá mucha versatilidad ya que la admiten hasta los parquímetros. Además existen una gran cantidad de medios de transporte público que engloban desde autobuses hasta trenes. EL MTR es un sistema de tren subterráneo parecido al metro o al subte y nos permitirá transitar por la mayor parte de los 1.000 kilómetros cuadrados que componen la ciudad.
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