La capital italiana presume de algunos espectaculares palacios. Estas espléndidas construcciones se encuentran delimitadas por el Rio Tíber y la estación Termini y aún hoy en día forman parte de la actividad diaria de la ciudad.
Entre ellas encontramos el espléndido Palacio Venecia, donde en la Sala Mappamondo, Mussolini ejecutaba todas sus actividades. Reúne una importante colección de arte medieval, pinturas del Renacimiento y joyas de la época bizantina, en él también se organizan exposiciones temporales.
El centro histórico de Roma también acoge al Palacio del Montecitorio, data del siglo XVII y fue erigido por Bernini, aunque está reformado y lo único que se conserva de él es la torre del reloj, los alféizares de las ventanas y algunas de las columnas. Desde el siglo XIX es el Congreso de los Diputados.
El Museo Nacional de Arte Antiguo está ubicado en el Palacio de Barberini, es de estilo barroco y data del siglo XVII, fue ordenado construir por el Papa Urbano VIII y decorado con diseños de Borromini y Barberini.
El Palacio Farnese es un emblemático edifico, en el cual se encuentra la Embajada Francesa y en cuya construcción participó Miguel Ángel, fue destinado para residir el Papa Farnese y se encuentra ubicado en la plaza del mismo nombre con sus dos fuentes gemelas, realizadas a partir de unas bañeras que fueron encontradas en las Termas de Caracalla.
Entre los más antiguos que en esta zona se hallan se encuentra El Palacio del Querinalle, que fue construido en el siglo XVI, siendo residencia papal de verano durante tres siglos, hasta que en el XVI fue cedido al soberano y desde1930 y hasta hoy en día es la residencia oficial del Presidente de la República.