En este artículo te vamos a descubrir tres puntos de la geografía española muchas veces ignorados por los turistas. Sitios realmente especiales y llenos de historia. ¡Allá vamos!
La catedral de Burgos, puro gótico español
La catedral de Burgos, conocida también como el “bosque petrificado”, es un templo dedicado a la Virgen María. Su construcción, impulsada por Alfonso XI, comenzó en el año 1221 y precedió a la Iglesia románica de tres naves. Durante los siglos XV y XVI tuvo varios cambios, como por ejemplo las agujas de la fachada principal o el cimborio de cuero.
Con respecto a su exterior, salvo las puertas principales, reformadas en el siglo XVIII, el resto de la catedral muestra una bella elegancia gótica por doquier. En la fachada principal debemos prestar atención a la “Galería de los Reyes”, ubicada por encima del rosetón. Bajo los arcos agudos de tracerías con cuadrifolios, se colocaron las estatuas de ocho reyes coronados y de gran finura escultórica. El claustro se ubica en el costado meridional, y sus cuatro lados se decoran con arquerías agudas con tracerías caladas.
En cuanto al interior del templo, sumó durante siglos todo tipo de obras de arte, realizadas por los escultores Gil de Siloé, Felipe Vigarny o Juan de Anchieta, el pintor Sebastiano del Biombo o el rejero Cristóbal de Andino, etc. Otros elementos de gran interés dentro de la catedral son el “Papamoscas”, estatua que abre la boca al dar las campanadas de las horas; las sillas labradas del coro, el sepulcro del Obispo Mauricio, la tumba de Cid y su esposa Doña Jimena, la carta de arras de él y su cofre.
Por último, un dato más que importante es que la Catedral de Burgos en la única catedral en España declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO, ya que, como por ejemplo la Catedral de León, no se refiere solamente al monumento catedrático.
La Muralla romana, Lugo
El centro de Lugo, la antigua ciudad romana de Lucus Augusti, está rodeado por una muralla de 2.666 metros de circunferencia. Esta imponente fortificación, una de las más gigantes de su tiempo, se erige entre fines del siglo III y principios del siglo IV durante tiempos críticos para la ciudad de la provincia del mismo nombre en España desde el punto de vista político y militar.
En su momento, la muralla romana estaba coronada por 85 inmensas torres semicirculares que medían entre diez y trece metros de diámetro, y estaban elevadas sobre el adarve con grandes ventanas en cada una. De estas 85 torres, actualmente se conservan 71 cubos al nivel del adarve. Tenían acceso desde el interior de la ciudad por una escalera abierta a media altura en la muralla, a la que se accederá a través de una escalera de madera.
Así era por aquel entonces la muralla romana de la ciudad de Lugo. Pero pasaron 17 siglos y, obviamente, su función militar caducó, las torres fueron cayendo, se abrieron puertas nuevas, la población se extendió por fuera… Pero el perímetro se conserva completo y los 71 cubos conservados le dan a esta tremenda fortaleza su carácter inconfundible, razón por la cual, el 2 de diciembre del año 2000, la UNESCO inscribió oficialmente a la Muralla de Lugo en la lista de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad.
Por estos días, sus diez puertas (cinco antiguas y cinco nuevas) unen el casco antiguo con el ensanche de la ciudad. El adarve, de cuatro metros de ancho, es un paseo tradicional extraordinario, considerado una calle más de Lugo, al que se accede por escaleras adosadas al paramento interior. De día es el mejor mirador sobre el casco histórico; de noche, gracias a una discreta iluminación, es un fenómeno paseo.
Recorrido por la Casa de Pilatos en Sevilla
La capital de la provincia de Andalucía tiene un enorme interés turístico, ya que posee un patrimonio histórico y cultural de gran relevancia.
Entre los monumentos más representativos de Sevilla, se encuentran: la Giralda, la Catedral, el Alcázar, el Archivo de Indias, la Plaza de España y, entre otros, la Torre del Oro. Incluso, algunos de éstos han sido declarados, en 1987, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Se destaca, además, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el segundo museo más visitado de España. No obstante, vamos a hacer hincapié en uno de los edificios históricos más bonitos: la Casa de Pilatos. Si quieres conocerlo, empieza a buscar vuelos a Sevilla, no te arrepentirás.
La Casa de Pilatos es uno de los palacios sevillanos más bellos del Renacimiento; fue edificado a través de la mezcla de los estilos renacentista italiano y el mudéjar español (está adornado con azulejos mudéjares), entre fines de siglo XV y principios de XVI.
No sólo su estilo arquitectónico es llamativo, sino también las antigüedades romanas, pinturas y muebles de diversas épocas que posee. Tal es la importancia de su contenido, que en 1980 se creó la Fundación Casa Ducal Medinaceli, para proteger el patrimonio cultural e histórico del palacio. Asimismo, la Casa de Pilatos fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional.
Este palacio fue comprado, en 1483, por Pedro Enríquez (Adelantado Mayor de Andalucía) y su mujer Catalina de Ribera; sin embargo, el edifico tal como se lo conoce hoy, fue finalizado por el hijo de este matrimonio, Fadrique Enríquez de Ribera (primer Marqués de Tarifa), quien, además, le puso el nombre.
La casa tiene dos pisos y un patio principal –típico patio andaluz–, el cual tiene una fuente en el centro y en ambos ángulos a la diosa Palas (representada en dos estatuas); a su vez, hay veinticuatro bustos de emperadores romanos y españoles, distribuidos por las galerías bajas del patio. Este patio, además, lleva a dos hermosos jardines, donde se recomienda dar un paseo tranquilo.