Esta capital, que en el año 1948 se independizo de Japón, y en 1988 fue la casa de los juegos olímpicos, evento del cual obtuvo un gran beneficio en niveles de construcción, está situada a orillas del rio Han.
Para empezar a desnudar sus rincones, tenemos que decir que la parte norte, más precisamente en las bases del monte Pukak, se encuentran las murallas protectoras de los que supieron ser en su momento los Palacio reales, conformando un atractivo turístico vinculado a la historia, de esta hoy moderna ciudad. Hablando de realidades modernas, habrá que contar entonces de su corazón; un centro ultra moderno, tomado por altísimos edificios, anclados en el cemento.
Dos puntos debe tener en cuenta el turista para palpar a la esencia de esta ciudad. Por un lado, un acercamiento al pasado, para vislumbrar los ayeres de este pueblo y enriquecer la mirada actual, hablo del Museo Nacional, que alberga reliquias artísticas de todas las épocas, y el Palacio de Toksugung, exponente de antiguas arquitecturas que han sabido predominar en otras épocas. Por otro lado, buscando una imagen de su actualidad, habrá que subir la Torre ubicada sobre la Colina Namsan, allí el turista se llevara toda la ciudad a los ojos.
Seúl ha crecido ferozmente, fundamentalmente en los últimos 40 años, y hoy es una de las ciudades más importantes y fuertes del mundo. Rodeada de montañas, está ubicada en el centro de la península de Corea, y sabe convivir con sus cataratas, parques nacionales, montes, y por lo tanto, con el turista.