¿Vamos a conocer una de las 7 maravillas del mundo? Entonces debemos dirigirnos a Asia para observar un bello monumento que recorre a lo largo la vasta extensión del territorio chino. Estamos hablando de la Gran Muralla China, una fortaleza súper extensa de cientos de miles de kilómetros que tiene ya miles de años en pie.
Caminar por la Gran Muralla China, no es solo, recorrer un largo trecho de piedras encima de una montaña. Todos sabemos que esta muralla tuvo antiguamente (cuando fue construida por una dinastía tras otra) la finalidad de proteger los ataques de ejército y soldados enemigos al imperio que dominaba la región.
Si mencionamos algunos de los sectores más recorridos por el turista, notaremos que el que resalta sobre los demás es el sector de Badaling, es un punto importante de la Muralla. Esta obra tiene entre 7 y 8 metros de altura, así como una base de 5 a 6 metros de ancho. Las piedras y los muros sin duda son los mejores conservados de toda la muralla y hasta es posible ver hoy en día las torres por donde el ejército se defendían lanzando flechas y proyectiles. Para llegar hasta aquí debemos dirigirnos aproximadamente a 45 minutos de viaje desde la capital del país, Beijing.
Nos cuenta la historia que la invención de las armas de fuego y el desmembramiento del poder mongol en Asia hicieron que la Muralla perdiera su valor estratégico y quedara totalmente abandonada.
Además, resultaba costoso el mantenimiento de una estructura tan grande que requería tanto personal para la vigilancia fronteriza. Sin embargo, en la actualidad, por su atractivo turístico, el gobierno chino pone especial atención en su mantenimiento como patrimonio histórico y cultural de la nación.