La historia asiática está plagada de grandes dinastía y civilizaciones que dejaron un riquísimo legado cultural, y una de las principales muestras de ese pasado son los palacios que aún se conservan en pie a lo largo de diversos puntos del continente.
En Tailandia o Reino del Siam encontramos al Palacio de Verano de Bang Pa-In. Es un complejo de pabellones y palacios, antiguamente utilizado por la dinastía Thai y ubicado en el centro del país. Fue construido en el siglo XVII, y sufrió modificaciones posteriores hasta mediados del siglo XIX. Vale la pena mencionar que antiguamente era el hogar de varios reyes, que como su mismo nombre nos indica era utilizado durante la época de verano, y ahora está abierto a los visitantes, y en algunas ocasiones es empleado durante ceremonias por la familia real de Tailandia. Recordemos que hace un tiempo atrás la Reina Sirikit paseó con la Reina Sofía de España por aquí.
En China, podemos conocer al Palacio Imperial de Beijing. Este es tan grande que se le llama la Ciudad Prohibida. Se ubica en el centro de la capital de China, Beijing y fue sede del gobierno chino hasta inicios del siglo XX. Su construcción amurallada se inició en el siglo XV, siendo la primera residencia oficial fija para los emperadores chinos. En la actualidad el complejo que tiene más de 550 años y que consta de 800 edificios y 9,000 pabellones, funciona como museo, y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987. Es además una de las mayores atracciones turísticas del mundo.
La ciudad de Lahore, ubicada en Punjab, en Pakistán, además de ser recorrida por el Río Ravi, alberga un palacio construido a mediados del siglo XVII por mandato del emperador mogol Shah Janan (el mismo que ordenó la construcción del Taj Mahal). El conjunto de Shalimar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981.
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