El Templo del Cielo, un símbolo de Pekín

La ciudad de Pekín destila un magnífico contraste en que el conviven modernos e imponentes rascacielos con los más antiguos templos y palacios. Entre estos últimos se destaca el Templo del Cielo ya que es el mayor templo de su clase en China. Además, desde 1998 se ha convertido en Patrimonio de la Humanidad.

Este místico templo fue edificado entre 1406 y 1420, bajo el mando del emperador Yongle quien además construyó La Ciudad Prohibida de Pekín. El Templo del Cielo posee una intensa carga simbólica basada en el taoísmo y las dinastías Ming y Qing lo visitaban con la finalidad de rezar por buenas cosechas y agradecer al cielo por los frutos extraídos. La construcción está integrada por un complejo de edificios cercado por una muralla cuya parte inferior representa a la tierra y su parte superior al cielo.

Qiniandian o La sala de la oración para las buenas cosechas es el principal de estos edificios. Aquí venían a orar los emperadores durante la ceremonia anual. Además, es una de las construcciones más significativas de Pekín ya que se sostiene sobre 28 columnas que contienen un sentido alegórico. Cuatro columnas aluden a las estaciones del año, doce columnas representan a los meses y otras doce refieren a las horas del día.

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El Alta circular es una edificación abierta y está conectada con Qiniandian por medio de un camino de piedra y ladrillo. Nuevamente aquí se puede apreciar mucha simbología puesto que las escaleras que se dirigen hacia la parte superior del altar, contienen nueve escalones en estricta referencia a la creencia religiosa china de que este número tenía un valor muy alto.

La última construcción del complejo es la Bóveda Imperial del Cielo en la que los emperadores homenajeaban a sus antepasados. Está situado en el centro del complejo y fue construido en mármol con un solo techo a dos aguas.

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